COLOQUIO IX - Segunda Etapa - PONENCIA VII

PERSONA Y ACCION DE KAROL WOJTYLA, VISTO DESDE LA PERSPECTIVA DEL R.P. DR. ISMAEL QUILES, S.J.
Un enfoque comparado de S.S. Juan Pablo II Karol Wojtyla, en Persona y Acción y el R.P. Ismael Quiles S.J. en su Antropología In-sistencial

Celia Gemignani de Romani

RESUMEN   El fundamento metafísico de la identidad cultural y del orden moral es el hombre que busca al hombre como experiencia fundamental para encontrar – en la persona en acción – su autorrealización. Tal es el mensaje de Karol Wojtyla. Ismael Quiles, desde la In – Sistencia, propone el método, el fundamento, el fin del conocer y hacer ciencia, de educar, comunicarnos, amar a Dios.

Por caminos parecidos y diferentes, - Santo Tomás, Kant, Mac Scheller, Levinas, máximamente, para K.W. - y por el camino de la experiencia ontológica, San Agustín, Buenaventura, Heidegger, Marcel, Blondel, Ratzinger, para I.Q., se da el encuentro entre ambos en el fundamento mismo del ser y del conocer: la interioridad . Revelada en la acción, para K.W.; experimentada en el acto entrañable de ser uno mismo, para I.Q. En Persona y Acción de Karol Wojtyla aparece elocuente la primacía de la interioridad humana, en coincidencia con la Antropología Filosófica In-sistencial de Ismael Quiles, coincidencia que él mismo estudia en su obra Filosofía de la Persona según Karol Wojtyla, Estudio comparado con la Antropología In-sistencial. (Quiles, 1987).

Hoy estos signos de encuentro son el corazón mismo de nuestra misión por el fortalecimiento de la persona, la Iglesia, la familia, la escuela. Representan un legado pedagógico para aprender y enseñar a ser uno mismo, ofreciendo el mundo como Sacerdote de la creación material, por el sacrificio y abstención de lo que es estorbo para la in-sistencia y para ser poeta de la creación, para cantarla, iluminándola y descubriendo en ella el orden de la creación, su belleza y su armonía,[1] como modo leal de presentarnos a Dios.

INTRODUCCIÓN

Persona y Acción - Persona e atto (1961), es la obra mayor de Karol Wojtyla filósofo. Pertenece a su época de Profesor de Etica de la Universidad Católica de Lublino. El método filosófico del futuro Papa Juan Pablo II se sirve de la fenomenología realista de Max Scheler y de Roman Ingarden para traducir la unidad aristotélico-tomista. El punto de partida es la convicción, derivada de la experiencia, de que el hombre es persona porque se reconoce en acto.

Antropología Filosófica In – Sistencial. Ismael Quiles, desde la reditio completa sobre su sí mismo, habla del fundamento metafísico – la persona – centro dinámico que surge de la interioridad. Autoconciencia, autodominio, autodecisión, hacen nítida la existencia humana en busca de su fin: Dios, mientras que el prisma del amor y la trascendencia le brinda una visión tan propia del mundo,de la historia, dela sociedad, del gran significado de Ser en el Ser. La In- Sistencia, centro interior, esencia originaria >y experiencia metafísica, ilumina los problemas fundamentales de la filosofía que son problemas del hombre.

Hoy faltan los filósofos del hombre. Los grandes temas, ser, bien, fin, aparecen oscurecidos en el marco ambiguo de la precariedad y la segmentación de lo humano. Encontrarse y dialogar representa para nuestros autores – Karol Wojtyla, Ismael Quiles, una enseñanza sobre primacía de la persona humana.

PRECISIONES.

Karol Wojtyla-Giovanni Paolo II: una pasión continua por el hombre. La cuestión del carácter antropológico constituye, ya en el confronto con la tradición filosófica contenida en Scheler, Kant y Tomás de Aquino, sobretodo, el el origen de la reflexión ética. La experiencia del hombre referida a la moral es el punto de partida empírico para la construcción del edificio ético. El método fenomenológico se trasciende a sí mismo y revela al sujeto de la experiencia.

Karol Wojtyla, en un aporte singular, ve al hombre como persona - agente de su propia acción. “La acción vive como un momento particular de la aprehensión, es decir, de la experiencia de la persona. La actuación del hombre tiene forma integral. Los actos del hombre comprenden una totalidad dinámica en la unidad de la Persona”. (Wojtyla, 1980)

El Padre Quiles, en Cómo ser Sí mismo, habla de experimentar un “centro interior”. Experiencia ontológica a la cual conectamos todo lo que nos sucede en nuestra interioridad..., centro que nos da la idea de organizar el pensamiento y acercar al hombre a su realidad final: al fin de todo hombre, en la comprensión de su sí mismo como centro de la realidad, del conocimiento y de la búsqueda de Dios.

Ambos autores ponen fundamento metafísico a la personalización. Wojtyla, en una ontología dinámica, refiere una conciencia de sí indicativa de la acción. Lejos de este fundamento, la trivialización amenaza hoy al conocimiento. Porque la ciencia no atiende al pensar desde lo esencial. Y en realidad, ella debiera constituir el proceso cognoscitivo fundamental que se abre a la experiencia del hombre para enfrentarse consigo mismo, es decir, para revelar “el hombre concreto que soy yo mismo”.(Wojtila. 1980).[2]

INTERSUBJETIVIDAD E INTERINSISTENCIA

 En el último capítulo de Persona y Acción, Karol Wojtyla habla del compromiso con la resolución de los problemas sociales, mediante la intersubjetividad,ese modo de ser social que da sello a su espíritu comunitario, entrando de lleno a la relación o conjunto de relaciones con la comunidad. Actuar junto con otros, sintiéndose miembros de una comunidad que autorrealiza, porque ser persona es el valor primero y previo a todos los demás valores humanos (Wojtyla, 84) [3]

También Quiles habla del amor , culminación de la inter-insistencia. Amor que incluye respeto, comprensión y delicadeza, llevadas a la relación entre los miembros de una comunidad. Delicadeza que no quiere cortar el frágil cristal de la subjetividad ajena, acercamiento auténtico al otro. Unión de dos in - sistencias en un campo común, una vida en común, en la plenitud de dos subjetividades. (Quiles, 88)[4]

“La verdadera abnegación de sí mismo consiste, de hecho, en este autocontrol de todo lo que en mí me hace esclavo y dependiente de una atracción desordenada, es decir, desintegrante, cuales son aquellas cosas que me apartan de mi centro último, que es Dios “.(Quiles, 1990)[5]

 Por su esencia In-sistencial, el hombre está sumergido en la historia, pero no es pura historicidad, sino que trasciende la historia. Tiene la esencia in-sistencial que resiste al oleaje del devenir puro, sostiene y hace posible ese devenir. La experiencia fundamental de nuestra identidad histórica se opone al puro devenir. NOS ESTÁ MOSTRANDO LA PERMANENCIA, QUE ES NUESTRA IN SISTENCIA Y NOS HACE EXPERIMENTAR QUE SOMOS ALGUIEN QUE DEVIENE, UNA SUBJETIVIDAD QUE SE AFIRMA A SI MISMA PORQUE ES IN - SISTENCIA.[6]

La línea de convergencia entre el Santo Padre, Karol Wojtyla y el P. Ismael Quiles se da en el principio ontológico de unidad: la unidad – interioridad – conciencia de sí, ilumina la actitud crítica de ser “junto con otros”. Primordialmente con los prójimos y consocios en K. W.

LA EXPERIENCIA HUMANA

En realidad, pocos autores en la actualidad hablan de una Antropología que muestre a la persona del hombre como una unidad ontológica perfecta. En cambio, la ausencia del sujeto y de la pregunta por su sí mismo y por su autorrealización es visible.

Los autores comparados apuntan a que cada uno de nosotros realice el análisis de su experiencia como ser humano para tener fundamento en todo otro análisis. Wojtyla elige el momento de la acción como el momento revelador de la persona. Acción en la que el sujeto se piensa y se ve a sí mismo. Se ve como una interioridad óntica. “Al actuar tengo experiencia de mí mismo en cuanto agente de dinamización de mi mismo como sujeto.” (Wojtyla, 1988).[7]

  La unidad-interioridad de la persona en Ismael Quiles es también fundamento de la conciencia de sí y del mundo, esencia del hombre y método – camino del hombre en su autorrealización. La in-sistencia es la realidad óntica más originaria, primera y fundamental porque en ella se apoyan y presuponen todas las demás estructuras ónticas del hombre.

La in - sistencia es por lo mismo una estructura metafísica que trasciende todas las demás estructuras humanas. Es la primera realidad del hombre por estar simplemente como fundamento en todas las demás realidades del hombre en cuanto tal. La presencia del sujeto que está en sí y actúa desde sí, el pensar, implica la presencia activa y refundante del sujeto , el elegir libremente, importa la presencia de conciencia del sujeto en sí y que desde sí elige, en el emocionarse humano en tanto es humano, en cuanto se vive desde ese ser en sí, que recibe y asume ser la primera experiencia originaria del hombre, su primera afirmación interior de la subjetividad (ser en si).

Por eso, podemos con razón decir de ella que es una realidad simplemente trascendental, respecto de todas las demás realidades humanas. Más aún... respecto de toda la actividad humana por cuanto en toda acción del hombre como tal está presente, dándole origen y fundándola, como estructura originaria metafísica del hombre. En ella se funda la racionalidad, con prioridad de la naturaleza, natura prius de la in - sistencia respecto de la racionalitas... Es interesante - dice el P. Quiles – en la Antropología Filosófica In-sistencial, p. 341, mostrar que Santo Tomás hace fundar la incorporeidad, la separabilidad y la reditio secundum operationem en la reditio secundum sustantiam, la cual, en último término, caracteriza como per se subsistens quo in seipso subsistat, del alma. [8]

Ambos, K.W. e I.Q. recorren el método fenomenológico hacia este encuentro con su interioridad, con el sujeto ontológico, en la unidad de su propio ser.

Ante esta enseñanza, ¿cómo claudicar ante la segmentación, si nos dirigimos al logro de una unidad con la realidad cada vez más perfecta, imagen de la unidad de Dios?

Somos conscientes de la urgencia de hacer pensar críticamente sobre: la lógica utilitarista, la “Cultura anti-persona” , la pérdida de la esperanza, la supresión de Dios, la despersonalización del amor, para insistir en la educación de los afectos de modo que el hombre sea capaz de vivir una verdadera comunión interpersonal, fundada en el recíproco don de sí.

LA UNIDAD

Culminamos nuestro trabajo en la coincidencia de los autores en la unidad, como fundamento. La interioridad óntica que subyace en su Antropología hace ver a Karol Wojtyla que la acción relaciona la conciencia moral con la búsqueda de Dios. En la Antropología Filosófica In-sistencial, también el sujeto—centro de la Filosofía - por su unidad ontológica en el ser y su unidad y autonomía en el obrar – es el protagonista de la personalización. (Quiles,1981)[9]

El valor óntico, fundamento del valor ético en Wojtyla, da lugar a una claridad en la percepción de Dios como fin de la personalización. También en Quiles, los valores de persona – unidad, amor, trascendencia- son caminos hacia Dios.

“Las leyes ontológicas que rigen este encuentro propio con el hallazgo del prójimo tienen como principio a la comunión. Esta quiere decir participación, respeto, y culmina en el amor.” (Wojtyla, 1982)[10]

La in –sistencia es la lección continua de I. Quiles. “No hay auténtica trascendencia sin antes partir de la in- sistencia como presupuesto metafísico y primario ... La trascendencia como apertura y comunicación con el ser, con el mundo y con Dios no sólo es espontánea, sino que pertenece a la esencia del hombre. El hombre es, en su centro, una tensión insistencia – existencia, entendiendo por existencia una originaria trascendencia hacia el mundo, los otros y Dios.”[11]

Dios, en el horizonte de la autorrealización, pone en marcha el proceso. Cuando Dios está ausente, el proceso carece de sustantividad.

OBSERVACIONES FINALES del P. QUILES SOBRE PERSONA Y ACCION

Al final de su libro, Ismael Quiles se disculpa de su casi reducido esquema de aspectos centrales de la obra de Karol Wojtyla, En realidad, su libro Persona y Acción realiza una gran contribución a la comprensión y fundamentación de la Antropología de Karol Wojtyla, a la riqueza y profundidad de los análisis sobre la experiencia humana al revelarnos el núcleo central del hombre, la persona en acción. Su estructura ontodinámica en continua interrelación.

“Nuestro mayor anhelo – dice Ismael Quiles, es contribuir a que esta obra sea leída y vivida como un foco que ilumine el ser y dignidad de la persona humana. Orientación para filósofos y políticos, para científicos y educadores”[12]. Entre los valores fundamentales, destaca el “descubrimiento de la persona a través de la acción o el ser humano en cuanto sujeto.” (Prefacio, XII)

l. El partir de la “experiencia humana” como dato fundamental y más inmediato de confrontación de todo análisis del ser humano.

2. Partir de la acción, enfoque original que permite dilucidar la aporía de la permanencia y cambio dinámico del sujeto, superando el concepto clásico de sustancia.

3. La utilización del método fenomenológico con nuevas precisiones, para ver al sujeto humano a través de sus acciones (estricto cumplimiento de las consignas de Husserl).

4. El descubrimiento de la estructura óntica de la interioridad humana como dato de la experiencia misma, aporte definitivo para clarificar la persona en acción.

5. La interioridad como sujeto óntico de la acción. Su eficacia para descubrir al verdadero sujeto-persona.
6. La autorrealización óntica por la libertad y la trascendencia en la experiencia de "autoposesión”. La autodeterminación nos muestra el “yo quiero” y nos muestra fenomenológicamente su naturaleza específica pues nos indica su naturaleza óntica independiente,

7. La autorrealización por la conciencia moral en que aparece el “agente responsable” consciente de su propia eficacia como causa del acto moral, la que maduró el autor – Karol Wojtyla- en su tesis sobre Max Scheler y la Etica cristiana.

8. La espiritualidad. El afirmar que la fenomenología aporta a la filosofía clásica un refuerzo como prueba suficiente de la estructura espiritual de la persona.

9. La autorrealización por la intersubjetividad y la participación, la rica distinción entre consocio y prójimo, así como la síntesis muy personal y vivida sobre el “mandamiento del amor”.

En fin, la prioridad de la acción correcta de la concepción de la persona, nueva coincidencia con un no sometimiento a la sociedad, tal como había dicho Ismael Quiles en La Persona Humana.

Las autolimitaciones metodológicas expresadas por K. W. en la Advertencia final: “el aspecto de la integración de la persona en la acción no explica suficientemente la condición óntica del hombre”, nos aproxima a la comprensión de su condición en la medida posible gracias a los métodos adoptados en la presente obra, dice Quiles. K.W. Elabora una teoría de la persona sin proponérselo.

No incluye objetivos metafísicos en su finalidad ni en los métodos elegidos.

Su cuidado del método fenomenológico y de no entrar en el área de la metafísica nos da el aporte de la fenomenología a la comprensión de la acción de la persona para reconocerla como tal, como el cuidado de los objetos de la intuición en cuanto datos perceptibles por la mente.

Es necesario, dice Ismael Quiles, aclarar qué competencias tiene la intuición con el análisis metafísico del ser humano.

No cierra puertas, agrega, sino señala una apertura ulterior para una más profunda comprensión de las conclusiones.

Además, agrega que una concepción metafísica del hombre estaba más allá del objetivo planteado por K.W. Por eso el aspecto óntico es simplemente el de un ser contingente, estructura ontológica que lo muestra abierto al ser necesario. Es así que no se refiere a la experiencia religiosa por considerarla del ámbito de la metafísica.

Pero estas autolimitaciones – concluye Quiles -, dan mayor valor a Persona Y Acción. El Papa Filósofo hace resonar en nuestra interioridad humana este fondo humano de la persona y nos remite a la experiencia interior de cada hombre, el que habita en nuestro corazón. Persona y Acción nos lleva a profundizar la delimitación de los diversos niveles del conocimiento, el psicológico, el fenomenológico, el ontológico y el metafísico que a veces se entrelazan y a veces se diferencian.

PARALELISMO

En el índice de la obra crítica del P. Quiles se aprecia una guía de estudio paralelo de los textos que contribuye a su organización.

Dice I. Quiles: El centro personal ilumina el análisis de la acción. Persona y Acción de K. W.
Por nuestra parte, agrega I.Q., nos hemos centrado en la experiencia del estar en si - in - sintencia y desde este centro hemos seguido el ser y actuar de la persona.

Coincidencia fundamental – aprecia el mismo P. Quiles - es el método fenomenológico apuntado a la experiencia humana. “En La Persona Humana y Antropología Filosófica In - Sistencial hemos realizado excursiones metafísicas, pero en los demás temas hemos seguido sistemáticamente el método fenomenológico aplicado al análisis de la experiencia humana”.

Y qué grandeza, en su palabra final: “Fue un regalo de la Providencia Nuestro encuentro con Persona y Acción. Porque lo fue con nosotros mismos”.

Bibliografía

• Quiles, Ismael. Antropología Filosófica In-sistencial. Depalma. Bs. As. 1978.
La Persona Humana. Depalma. Bs. As. 1980.
Filosofía de la Educación Personalista. Depalma. Bs. As. 1981
Persona y Acción según Karol Wojtyla. Depalma. Bs. As.1987.
Cómo ser sí mismo. Depalma. Bs. As. 1990.

• WOJTYLA, Karol. Persona y Acción. B.A.C. Madrid. 1982.
I fondamenti del ordine etico. Edit. Centri Europa Orientale. CSEO.

Notas

[1] Quiles. Antropología Filosófica In-sistencial. P. 57.
[2] Wojtyla, Karol. I fondamenti del ordine etico. Edit. Centri Studi Europa Orientale, CSEO. Bologna, 1980.
[3] Wojtyla, Persona y Acción.
[4] Quiles, Ismael. Antropología Filosófica In-sistencial.
[5] Quiles, I. Como Ser Si Mismo. Depalma. Buenos Aires. 1990. P. 115
[6] Quiles, I. Antrop. Fill In-sistencial
[7] Wojtyla, Karol. Persona y acción.
[8] Qules, Ismael. Antropología Filosófica In-sistencial
[9] Quiles, Ismael. Filosofía de la educación personalista.
[10] Wojtyla, Karol. Persona y acción. Wojtila, Karol I fondamenti del ordine etico. Edit. Centri Studi Europa Orientale, CSEO.
[11] Quiles, Ismael.Antropología Filosofica In-sistencial. La esencia del hombre.
[12] Quiles, Ismael. Persona y Acción...


  • Ver Ponencia I • La unidad de la persona como condición de posibilidad de la percepción de la belleza

    MARTHA PÉREZ DE GIUFFRÉ
    Universidad del Salvador, Buenos Aires.


    Ver Ponencia II • El conocimiento de sí mismo como fundamento de la reflexión filosófica

    ALEJANDRO POWTER
    Universidad del Salvador, Buenos Aires.


    Ver Ponencia III • El Amor como principio fundante del existente humano

    MARIELA MARONE DE POWTER
    Universidad del Salvador, Buenos Aires.

    hr>

    Ver Ponencia IV • La libertad, la belleza y el amor en Ismael Quiles y Karol Wojtyla

    MARÍA VICTORIA RULLÁN MIQUEL
    Zaragoza, España.


    Ver Ponencia IV • La libertad, la belleza y el amor en Ismael Quiles y Karol Wojtyla

    MARÍA VICTORIA RULLÁN MIQUEL
    Zaragoza, España.


    Ver Ponencia V • Acerca de la historia - Aproximación al pensamiento histórico de S.S. Juan Pablo II y el P. Ismael Quiles S.J

    ETHEL BORDOLI
    Buenos Aires.


    Ver Ponencia VI • La base antropológica en la ética en I. Quiles Y K. Wojtyla

    JULIO RAUL MENDEZ
    Universidad Nacional de Salta • Universidad Católica de Salta.


    Ver Ponencia VII • Persona y accion de Karol Wojtyla, visto desde la perspectiva del R.P. Dr. Ismael Quiles, S.J.

    CELIA GEMIGNANI DE ROMANI
    Universidad del Salvador, Buenos Aires.


    Ver Ponencia VIII • Conclusiones

    JORGE MARTIN
    Universidad del Salvador, Buenos Aires.


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